Mundial de bádminton 2015, razón aquí

Indonesia rinde culto al bádminton, y este año acoge la gran cita mundialista, el punto de encuentro anual en el que todos y todas quieren ganar, y para el que todos y todas se preparan como si fuese, el último torneo. Nuestros héroes, Carolina Marín, Beatriz Corrales y Pablo Abián disputarán sus encuentros en un escenario en el que 9.000 almas viven este deporte como si no hubiese un mañana y sin embargo, es lo único que importa: jugar un día más, pasar la ronda.

Y el bádminton se rinde a Carolina Marín. La onubense es la número 1 del mundo, defiende título y parte como primera espada del torneo, que tratará de sumar a los conseguidos este año en Inglaterra, Malasia y Australia. ¡Y cabe todo en dos renglones!

Es la rival que las demás prefieren saludar en los pasillos antes que en la pista, la jugadora que ha puesto patas arriba el bádminton en nuestro país y quien, con su grito de guerra, nos pone los pelos como escarpias, con cada punto. Una lesión la ha obligado a planificar su preparación de un modo distinto pero no impedirá que Carolina esté lista; y es que, sobre todo, es el aspecto mental en el que tendrá que ser aún más fuerte si cabe, que el año pasado. Y hablando del año pasado, su primera oponente podría ser la misma que en 2014, la malasia Jing Yi Tee, si vence en la previa a la italiana Jeanine Cicognini.

Beatriz Corrales se estrena en Yakarta contra Rong Shafer, una norteamericana que le trae buenos recuerdos pues la única vez que se vieron terminó con el Abierto de Bulgaria en las vitrinas de la madrileña. La segunda raqueta de Europa habita en un mundo dominado por las asiáticas, lo cual ya es un logro de incontable magnitud y, a pesar de lo cual, la madrileña atesora un bádminton que aún tiene que reclamar una posición más distinguida. Como ella dice, mejor sin prisa y sin presión, por lo que, tal vez, Indonesia pudiera convertirse en el escenario donde liar… “la mundial”. Beatriz está doctorada en buen gusto con el volante, es licenciada en soluciones de urgencia y tiene una cátedra en técnicas de golpeo fino. Lástima que no haya tenido una buena sparring para su preparación; una tal Carolina, “no sé qué”…

Y a Pablo Abián le ha tocado la china, es decir, el indonesio: se medirá a Tommy Sugiarto en el primer partido, bronce en el último Mundial y jugador 13 del planeta. Sugiarto, ídolo local, estará además arropado por uno de los pabellones más ruidosos del mundo, y durante la disputa del último torneo que añadió a su colección, el Abierto de Rusia el pasado mes, eliminó a Pablo en cuartos.

Todo un cuadro… por el que si el jugador del Recreativo Ies La Orden quiere seguir avanzando tendrá que enseñar su mejor bádminton, el que sabemos que tiene dentro: nuestro dos veces representante olímpico se colgó hace unas semanas en Bakú la medalla de oro en los primeros Juegos Europeos, y sabe lo que es torear a estas alturas, en muchas plazas. Hay partido y el bilbilitano tendrá sus opciones. Y además, lo veremos.

Saina Nehwal es, junto con Carolina, la jugadora más completa del circuito. A sus 25 años es toda una estrella en La India, país en el que el bádminton ocupa un lugar de privilegio y del que Saina no permite que “nadie se lleve nada”: sus dos últimos títulos han sido el India Master y el India Open. El primero de ellos se lo arrebató de las manos a Carolina, contra la que entonces sólo conocía la victoria; pero ahora también sabe lo que es perder contra ella, lo que la hace aún más peligrosa a esta jugadora que rompe el molde clásico de jugadora asiática. Saina posee un juego más occidental, se mueve bien por toda la pista y está abierta a la improvisación y las soluciones rápidas, un estilo que viene peor a la española por aquello de que los polos iguales, se repelen. Si se ven en Yakarta, sería en la final. Saina fue bronce en Londres 2012.

Li Xuerui es china y sin embargo forma parte de nuestra historia, al ser la rival de Caro Marín el día que la española cambió la historia en Copenhague. A sus 24 años es una jugadora casi perfecta tanto en ataque como en defensa, siendo poseedora de un smash que no se puede defender. Sus ejecuciones son técnicamente impecables y si no se la consigue mover no comete errores, por lo que es muy difícil hacerle daño. Y debe estar muy enfadada pues ha sido destronada de su primer puesto en el ranking mundial y en los últimos torneos no le están saliendo las cuentas, sobre todo con Carolina, con la que perdió este año en Malasia. Ha sido subcampeona en del mundo en 2013 y 2014, por si le faltaban motivos. Li es la mejor representante del país de los 100 millones de jugadores.

Wang Shixian es íntima amiga de Li Xuerui, aunque con amigas como esta, quién querrá enemigas; el año pasado la derrotó hasta en tres finales, lo que da una idea del potencial de esta china que a sus 25 años acumula muchísima experiencia en el circuito internacional. Y para nosotros es como de la familia; Carolina la derrotó en Malasia la última vez que se vieron y poco después eliminó a Bea aquí, en Indonesia. Shixian posee la virtud de “leer” cada partido con acierto, algo muy complicado y que le otorga ventaja. Encuentra las debilidades de sus rivales, y gracias a su prodigiosa técnica sabe dibujar en la pista lo que antes ha inventado en su cabeza, dominando todas las facetas del juego. Para cruzarse con su amiga tiene que echar antes a Carolina, y tiene cuentas pendientes de arreglar en Indonesia, y con nuestra siguiente y última invitada.

Ratchanok Intanon nació en Tailandia hace tan sólo 20 años, y ya hace dos que fue campeona del mundo absoluta, la más joven de la historia. Es la reciente y flamante ganadora del Open de Indonesia, que se adjudicó al derrotar en la final a Shixian. En el último mundial de Copenhagen eliminó a Bea y en cuartos del India Open el pasado marzo a Carolina, en el mejor partido de bádminton que hemos visto este año, junto a la final que disputaron en Malasia la española y Li Xuerui, un mes más tarde. Para la tailandesa la mejor defensa no es un buen ataque, sino al revés; sorprende su capacidad para contrarrestar todos los volantes que pasan la red, vengan como vengan y de donde vengan, lo que unido a su amplio repertorio de golpes la dota de un amplio abanico de respuestas a las hostilidades. Se mueve con comodidad por toda la pista y para dejarla fuera hay que correr más que ella, defender más que ella y zurrarle más fuerte al volante.