Recreativo, los que van a morir, te saludan.
Y es que imagino que cuando aquellos salían a la arena no pensaban en su técnica de lucha o con la espada, sino en sobrevivir. Y eso es lo que le sucedió al Recre ayer, que por momentos pareció olvidar algunos fundamentos futbolísticos para confiarlo todo, al instinto de supervivencia. Cuando el Recreativo marcó (demasiado pronto, lo primero que pensé), fue como si en la incertidumbre de la tarde se dibujase una gran certeza: qué mal lo vamos a pasar. Y según caían los minutazos, junto con la pregunta "cuanto falta" otra, nos hacíamos: ¿ cómo es posible que el San Fernando, con el buen gusto que tiene con la bola, esté donde está? La respuesta la encontrábamos al final del encuentro: le falta el gol. Ellos calleron jugando y nosotros vivimos creyendo, cada deseo de cada alma allí presente contó; yo, por ejemplo, cada vez que quería que la pelota no acabase en quien más miedo me daba de ellos, el entrenador del San Fernando lo cambiaba.. De nada habría servido la entrega de una afición, orgullo de una ciudad, de no ser por todos ellos: por Domínguez, a quien la temporada se le ha hecho, al final, corta; por Nuñez a quien tal vez, un poco larga; por José Alonso, por momentos impecable; por la pierna derecha de Rafa de Vicencte, la mano izquierda de Rubén.., y por el acierto de Pavón, sabiendo cuando era Rubén Mesa y cuando Iván Aguilar. Y por supuesto..
La primera persona que he visto esta mañana ha sido Jesús Vázquez. Caminaba algo despacio y mirando al suelo, tal vez, sólo tal vez, pensando en que esto se ha acabado para él. Sin embargo, jamás terminará para él, jamás dejará de ser futbolista, porque es de esos que llevan el deporte consigo. Allá donde se encuetran sienten y actúan igual dentro que fuera del campo, porque Jesús Vázquez hace el mismo gasto de ilusión tratando de arrancarle unos cuartos a Butragueño para el decano que intentando, que los niños que casi a diario con él pelotean en la pista del barrio, simplemente se diviertan. Los valores no los porta una camiseta, por eso alguien es futbolista además de vestido de corto, siendo amable siempre, y con todo el mundo. Nadie fue nunca tan de la mano del Recreativo en lo bueno y en lo malo, dándole un real repaso al Madrid en el Bernabeu junto a Cazorla o Sinama, o descendiendo pero sin "perder nunca la categoría", tratando siempre a su equipo con la misma dulzura y a sus rivales.. como deportistas.
La primera persona que he visto esta mañana ha sido Jesús Vázquez. Caminaba algo despacio y mirando al suelo, tal vez, sólo tal vez, pensando en que esto se ha acabado para él. Sin embargo, jamás terminará para él, jamás dejará de ser futbolista, porque es de esos que llevan el deporte consigo. Allá donde se encuetran sienten y actúan igual dentro que fuera del campo, porque Jesús Vázquez hace el mismo gasto de ilusión tratando de arrancarle unos cuartos a Butragueño para el decano que intentando, que los niños que casi a diario con él pelotean en la pista del barrio, simplemente se diviertan. Los valores no los porta una camiseta, por eso alguien es futbolista además de vestido de corto, siendo amable siempre, y con todo el mundo. Nadie fue nunca tan de la mano del Recreativo en lo bueno y en lo malo, dándole un real repaso al Madrid en el Bernabeu junto a Cazorla o Sinama, o descendiendo pero sin "perder nunca la categoría", tratando siempre a su equipo con la misma dulzura y a sus rivales.. como deportistas.
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