Carolina lleva a los Hunters a la final de la PBL
No existe en todo
el circuito otra jugadora como Carolina Marín. La suave y sutil armonía de su
cuerpo con su espíritu desatan en la pista la furia que las demás no pueden
imitar, y que la hace diferente. Pero no se nace siendo la mejor, se trabaja;
Carolina es la demostración de que no hay ganadores en la línea de salida, sólo
los hay bañados de sacrificio, y de cómo una niña normal y corriente puede
convertirse con esfuerzo en Campeona olímpica. Hoy lo ha vuelto a hacer; su
equipo no necesitaba una gran Carolina, necesitaba a Carolina. Y no había otro
modo hoy, frente a Sung Ji Hyun.
Los Hunters habían
llegado a semifinales de un modo algo inusual. Se impusieron en el primero de
los cinco enfrentamientos de la liga regular, para perder los dos siguientes y
quedar en una situación muy delicada, sobre todo tras la derrota frente a los
Dashers por 5-0. Sí, frente a los mismos de hoy. Así que tocaba tirar de
heroica; no sólo ganar los dos encuentros restantes, sino hacerlo de la manera
más holgada posible. Y como si ese último resultado hubiese tocado la tecla
justa para "resucitar" al equipo de Carolina, consiguieron en los dos
últimos partidos el mejor resultado que permiten las reglas del torneo: 6 a -1,
o lo que es lo mismo, un parcial de 14-0 a favor, respecto a todos. O, si se
prefiere, los Delhi Dashers crearon, sin saberlo, al monstruo que hoy les ha
echado en semifinales.
Y es que como
Campeones de la fase regular, los Hunters volvían a cruzarse, esta vez en
semis, con el equipo de Nueva Delhi. Y atendiendo a los cruces, las cuentas
estaban claras: dada la superioridad de su oponente en los dobles, y sobre todo
en ese dobles masculino con Ivanov y Sozonov, la cosa estaba en ganar los dos
partidos "trump"; el equipo de Carolina la había elegido a ella en
este sentido, pero no hubiera servido de nada de no ganar Praneth, frente a
Houwei, al que los Dashers habían dado su confianza para puntuar doble. Tras
caer los Hunters en el dobles mixto, la pelota estaba en el tejado del
compañero de Carolina, quien tras un final de infarto, conseguía imponerse al jugador chino dejando así toda la responsabilidad, a Carolina Marín.
Con los rusos
esperando, Carolina Marín debía ganar a
Sung Ji Hyun para sellar el pase a la final, o hasta aquí el camino de su
equipo este año. La coreana es una de las mejores jugadoras del mundo, y uno de
los máximos exponentes de un estilo basado en un ataque que nace en la propia
defensa, y en una idónea colocación en la pista que le permite sacar el mejor
provecho a su terrible derecha. Y así, tal cual, ha comenzado la cosa, con una
Carolina que se ha visto envuelta en el juego de su rival, y que no ha podido
en la primera manga sacarla de su zona de confort, 12-15.
En el segundo
asalto, y además de tomar la iniciativa para tratar de mover a Sung Ji,
Carolina ha dejado de cometer algunos errores no forzados y ha conseguido que
sea la coreana quien se tope con la red, o envíe fuera los volantes. Las
jugadoras muy especializadas son más vulnerables a los cambios, algo que
Caro sabe muy bien y con lo que "ha jugado" más y más, según hemos
ido avanzando, 15-10.
Al fin, la jugadora
española ha impuesto su rapidez a la colocación de Sung Ji, y se ha ido
haciendo dueña de una pista que al principio no era suya, pero que ha
conquistado con mucho esfuerzo, y con mucha fe en que podía hacerlo. Pues eso,
hoy, contra la coreana, no había otro modo. Y lo ha vuelto a hacer, 15-9. El
domingo la final, aún no conocemos el rival de los Hunters.
Comentarios
Publicar un comentario