Carolina vs Yamaguchi
"No, haha, I´m afraid not !", contestó a su compañera el comentarista cuando le preguntó si entendía español, una vez que la cámara dejó de centrar su atención en lo que Fernando Rivas decía a Carolina. Su entrenador le estaba
pidiendo que no cayese en la trampa de la japonesa, y que bajase los volantes porque desde el centro de la pista estaba llegando a todo, y le estaba haciendo
mucho daño. Sin embargo estaba fallando, al menos tanto como la nuestra, en el
juego tenso, y ahí debía comenzar el plan de Carolina para obligarla a hacer
otra cosa. Pero no sucedió.
Carolina Marín se
ha quedado en los cuartos de final del All England tras caer con Akane
Yamaguchi 21-15 y 21-18, en un encuentro
en el que en su afán por llevar la iniciativa del juego, la española se ha
estrellado una y otra vez contra un muro que lo ha devuelto, casi todo.
Carolina lo quería, es el Super 1.000 con más historia, y el que distingue más a
quienes en ella escriben una página; se lo llevó a Huelva en 2015 y lo menos
que se merece, es se cuente también el camino que recorre, cuando no gana.
El inicio del
primer set ha sido un recital de errores no forzados de ambas, así que mientras
Carolina ha tratado de ganarle el sito en la pista a su oponente, y ésta ha intentado puntuar desde su defensa, los volantes se han ido estrellando en la red o han
ido saliendo fuera de la pista. "Falso" empate a todo al
intervalo, en el que Fernando Rivas advierte ya a su pupila que a pesar de la
aparente igualdad, se está jugando donde quiere Yamaguchi..
La Campeona
olímpica ha vuelto a la pista con la idea de conquistarla, para negar así su drop a
la japonesa, pero los errores se han repetido tanto que la han desesperado, y
al bajar la guardia ha sido Yamaguchi quien la ha pillado a contrapié. Ni por
un instante ha estado cómoda la española, algo que no ha podido ocultar mirando
con desconcierto todo el rato, hacia la silla de su entrenador.
"Wonderful
coach Fernando Rivas", comentaba la narradora, que esta vez sí parecía haberse
enterado de lo que se decía a Carolina: algo que más allá de la estrategia, tenía que ver con una
cuestión de fe, la que él pone en ella, la que ella tiene depositada en él, y la que ambos tienen en que se puede. Lo
que aconsejaba a Yamaguchi su entrenador, bueno, ni la menor idea, pero imagino que algo en la linea de no cambiar demasiado.
Carolina ha
intentado ganar la red desde el inicio de la segunda manga, y su grito ha
retumbado en Birmingham cuando su primer cruzado ha abierto el luminoso; pero
una nueva serie de errores la han vuelto a sacar del partido y Yamaguchi,
tampoco muy acertada en el remate, ha conseguido su objetivo de llegar parejas al intervalo.
Y es cuando se
ponen iguales a 14, cuando tengo la convicción de que ni él ni ella se han enterado de nada de lo que dice Fernando Rivas,
-"oh, and now I wish to speak spanish",
-"oh, me too".
Carolina las está devolviendo cortas, y su entrenador quiere quitarse la
presión de la japonesa, a la que este caos le sigue viniendo de maravilla. A
partir de aquí y hasta el final, la cara y la cruz hoy de la onubense: tres
puntos consecutivos, alguno cruzando como le están indicando desde la silla,
seguido de otro fallo al sacar; y con 18-18 un volante que viaja fuera de la pista, se la acaba llevando también a ella.
Enorme esfuerzo, aunque no era el día. Era el de Yamaguchi, hoy mejor, y siempre lo es para reconocer el trabajo de nuestra campeona. Nos vemos en casa.
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