EuroHuelva 2018, Kike Peñalver
"La entrada del otoño es para mí, Platero, un perro atado, ladrando limpia y largamente, en la soledad de un corral, de un patio o de un jardín, que comienzan con la tarde a ponerse fríos y tristes... Dondequiera que estoy, Platero, oigo siempre, en estos días que van siendo cada vez más amarillos, ese perro atado, que ladra al sol de ocaso..."
Me voy a repetir respecto a Kike Peñalver, pero no encuentro un mejor modo de expresar la sensaciones que tengo al verle jugar: ni él mismo, sabe donde está su techo. Su atrevimiento y sus condiciones le permiten ya competir frente a cualquiera, y crece en progresión geométrica mientras se va ganando el respeto del continente, y forjando una carrera que apenas acaba de comenzar.
Pero esto es un Europeo, y su primer oponente ya le va a exigir muchísimo: Zvonimir Durkinjak es un croata con muchas batallas encima, y un tío muy potente en la pista; será un duelo muy igualado en el que la clave podría estar en ser perseverante, algo que te lo pone mucho más fácil un pabellón que te anima a ti. Si pasa, se enfrentará a una leyenda: Rajiv Ouseph es un gigante de 1,90 que lo devuelve todo en forma de misil, y que aburre al sus rivales cuando comprueban una y otra vez, que sus ataques son infructuosos. El inglés está hambriento y en plena forma, y a sus 31 años listo para ampliar su ya extenso palmarés europeo, en el Carolina Marín. Seguro que Kike Peñalver arde en deseos, llegado el caso, de medirse al campeón.
Me voy a repetir respecto a Kike Peñalver, pero no encuentro un mejor modo de expresar la sensaciones que tengo al verle jugar: ni él mismo, sabe donde está su techo. Su atrevimiento y sus condiciones le permiten ya competir frente a cualquiera, y crece en progresión geométrica mientras se va ganando el respeto del continente, y forjando una carrera que apenas acaba de comenzar.
Pero esto es un Europeo, y su primer oponente ya le va a exigir muchísimo: Zvonimir Durkinjak es un croata con muchas batallas encima, y un tío muy potente en la pista; será un duelo muy igualado en el que la clave podría estar en ser perseverante, algo que te lo pone mucho más fácil un pabellón que te anima a ti. Si pasa, se enfrentará a una leyenda: Rajiv Ouseph es un gigante de 1,90 que lo devuelve todo en forma de misil, y que aburre al sus rivales cuando comprueban una y otra vez, que sus ataques son infructuosos. El inglés está hambriento y en plena forma, y a sus 31 años listo para ampliar su ya extenso palmarés europeo, en el Carolina Marín. Seguro que Kike Peñalver arde en deseos, llegado el caso, de medirse al campeón.
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