EuroHuelva 2018, Pablo Abián


                "Caía la tarde. De Huelva llegaba un olor a marisma, a brea, a pescado... Los naranjos redondeaban, sobre el poniente rosa, sus apretados terciopelos de esmeralda."

                Pablo Abián va a disputar el torneo continental más distinguido, el que todos quieren ganar, en la ciudad que le ve jugar y conseguir títulos desde hace seis años. El mayor trofeo que ha conquistado Pablo desde entonces es el corazón de la afición del Recre, rendida a su profesionalidad dentro de la pista, y a su cercanía y naturalidad cuando viste de calle. El bilbilitano y onubense de adopción juega en su casa, y se ha propuesto dejar aquí la medalla continental, que aún no tiene. El oro de Bakú y los “otros 24” le sitúan en la historia en el lugar que merece, pero la carrera de Pablo Abián merece también un podium en un Europeo Absoluto, y jamás dispondrá para alcanzarlo de un mejor escenario.

                Me desconcierta más, como ya dije, su primer cruce que su hipotético segundo, porque creo que será con Nguyen, y porque creo que saldrá rapidísimo para llevar la iniciativa y no dejar jugar a Pablo. El irlandés ya derrotó al nuestro el año pasado en Escocia, empujándole a improvisar durante todo el partido, al tiempo que devolvía todo lo que le mandaba Pablo, corriendo como si el cansancio no fuera con él. Pero sólo fue la primera vez, y el recorrido de Pablo Abián es demasiado largo como para no apostar, a que sabrá qué hacer la próxima vez. Si pasa, es difícil saber quién será su rival en 1/16, pero Marius Myhre no le debería ir mal. Y ojalá así fuera, porque lo próximo sería tener uno de los duelos de su vida, a las puertas de la medalla, frente a Brice Leverdez. El francés es otro viejo roquero, un jugador muy completo y versátil que también lleva “toda la vida” en la cima continental, coleccionando trofeos. Ambos de la misma edad, se enfrentaron hace cosa de un mes dos veces de manera consecutiva, y cada uno se llevó un partido. Pero ojo, frente a Leverdez los números dicen que Pablo ahora no es favorito, un rival que desde hace unos meses luce un excepcional estado de forma que le ha permitido, por ejemplo, derrotar a un señor llamado Lee Chong Wei en el último mundial disputado en Escocia. Habrá que tirar de todo, de pabellón, de táctica, de corazón, pero sobre todo de maestría, la que atesora Pablo Abián y que le hace distinto al resto, para ponerse delante de Axelsen

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