Carolina contra Nozomi Okuhara
Eso, hacía muy
peligrosa hoy a Nozomi Okuhara: no contar con ella. Carolina no era hoy
favorita, era "muy favorita", lo que poco menos que ·vendía· a la única
jugadora, que la ha derrotado en un mundial desde 2014. Y obviar a la japonesa es no saber muy bien, de qué va esto. Carolina Marín ha
conseguido hoy su pase a la final del Open de China al imponerse a Nozomi
Okuhara 15-21, 21-12 y 21-13, en un encuentro que olía a trampa, y que ahora
nos sabe a gloria.
La primera manga la
ha resumido mi amigo Pedro de Power Badminton en una frase: "no sabe como
evitar que la eche atrás"; Nozomi se ha hecho dueña de la red y desde ahí
ha forzado a Carolina a buscar ganadores, desde donde hoy no querían entrar. La
onubense no se ha enchufado al partido desde el inicio y eso la ha hecho
cometer más errores de lo habitual, y le ha impedido ver cual era el camino a
seguir; mientras tanto, la japonesa, muy cómoda, ha ido sumando... No ha jugado
mal Carolina, pero faltaba, la chispa, 15-21.
Las palabras de su
entrenador antes del segundo set buscaban con más ahínco hacerla reaccionar que
algún cambio táctico; "me siento cansada y poco activada", ha dicho
ella, palabras que podrían parecer el fin a quien no la conozca, y no sepa
que Carolina se reactiva sola. El plan es el de casi siempre: presión,
todo lo que te devuelven no es un kill, baja "con cabeza" y remata
con una finta, pero para eso necesitamos la red. El tour asiático está haciendo
estragos en las jugadoras que llevan muchos partidos, pero Carolina sabe que
Nozomi anda igual, o peor: cuando ha provocado situaciones de juego tenso para
ganar la red, en realidad también ha comenzado a desgastar a una oponente a la
que, en cuanto viese la enorme figura de Carolina delante suya, iban a
fallar también las fuerzas. La nuestra ha escrito de nuevo el guión de un
partido que poco a poco ha pasado a dominar, y mientras la japonesa ha
aguantado, ambas han protagonizado momentos maravillosos de hasta 35
golpes; pero cuando Carolina la ha hecho correr arriba y abajo una y otra vez,
Nozomi ha comenzado a apagarse, 21-12.
El principio de la tercera manga está llamado a ser clave, y
una pronta ventaja de la española debería ser ya una carga demasiado pesada para una rival casi abatida. Casi.
Carolina ha comenzado poniendo en práctica, con precisión, su plan de juego, y ha buscado con descaro el lado malo de Nozomi para que devuelva en las peores condiciones;
debiendo estar más cansada que al principio, ahora sí visualiza la estrategia a
seguir, y bajando el volante con maestría, una dejadita por aquí y un drop por
allá han llevado a Nozomi Okuhara, al límite, 21-13.
Aún no ha
terminado. Mañana Chen Yufei, la jugadora diferente. La china convive con el
engaño, nadie confunde tanto a su rival como ella; su actitud postural siempre
lleva implícito el fin último de despistar, casi aturdir, y sus golpes permanecen ocultos,
hasta el último momento. Chen Yufei es la jugadora en la que nada es lo que
parece, y también el último reto de Carolina, para cerrar un tour perfecto.
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