Carolina contra Nozomi


                Carolina Marín le ha cogido el gustillo a Japón; el año pasado comenzaba algo ganando aquí, a lo que también ha puesto fin en el país del sol naciente: un año en el que se ha vuelto a encontrar consigo misma, para recuperar su esencia... y volver a ganar. Hoy en tres mangas, 21-19, 17-21 y 21-11 frente a Nozomi Okuhara, quien jugando en casa y alentada por su público, lo ha intentado todo. Pero "esta" Carolina tiene repertorio para todo, y hoy ha sabido "leer" lo que proponía la japonesa, para buscar en la mochila los golpes apropiados.

                Tokio, 8:20 hora peninsular y estamos a punto de presenciar un choque de trenes. Carolina comienza tanteando a la japonesa, porque la conoce, y sabe que puede "salir por cualquier lado"; Nozomi tiene condiciones para adaptarse a sus rivales y jugar como ellas, o al contrario que ellas, si fuera necesario. En los primeros lances la jugadora local invita a Caro a jugar en la red, evitando así los envíos profundos de la española, a los que le cuesta responder; y le va saliendo más o menos bien, porque aunque Carolina va resolviendo cambiando en corto y en largo, una serie de errores la ponen 16-19 abajo. Pero entonces aparece el #puedoporquepiensoquepuedo , y una situación en la que otra habría bajado los brazos, Carolina la interioriza desde la calma, para inventarse cinco puntos consecutivos y ganar el set porque puede, y piensa que puede, 21-19.

                La segunda manga ha comenzado de un modo similar,con la japonesa tratando de provocar juego tenso y puntos rápidos, y  con Carolina "parando el tiempo" y buscando el fondo. ¿Por qué? Porque sabe que su oponente físicamente está mucho peor, y ese "arriba y abajo" una y otra vez, si hay tercer set, será definitivo. Los errores no forzados dan paso al mejor juego de ambas; cada clear de Carolina buscando al revés de Nozomi es una oportunidad de bajar el volante, pero la jugadora local, que va a dejarse la vida ante los suyos, tiene defensa para todo; y justo al final, cuando Carolina también le gana el sitio en la red, se le va el set en un descuido, 17-21.

                Carolina aprovecha la inercia del final de la segunda manga para, una vez ganada la iniciativa en el juego, ahora sí, imprimir velocidad y desarbolar a su oponente; la nuestra sabe que ha llegado el momento de imponer su ritmo, para que la diferencia entre el físico de una y otra, haga al resto. Los puntos que coloca Nozomi, algunos de gran calidad, son muestra de su empeño por no desfallecer, pero la suerte ya está echada, porque con la sexta metida nadie puede parar a Carolina, 21-11.

                Lo ha vuelto a hacer, y no sólo me refiero a ganar aquí, sino a enamorarnos con su coraje, y a hacernos creer con su juego, algo que algunos nunca dejamos de hacer. Así que la conclusión debe ser que disfrutar de Carolina es una cuestión de confianza, la que ella tiene en sí misma, y la que nosotros le debemos. Vuelven las victorias, los madrugones, y los partidos en diferido por Teledeporte (--------). 




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