Así juega el Recre 2018/19
El Real Club
Recreativo de Huelva afronta la temporada 2018/19 con el
reto de permanecer en los puestos altos de la clasificación, y aspirar así a
finalizar la liga en una situación que le permita, al menos, soñar con un salto a la categoría de plata del fútbol español. No es fácil, cuando una vez
más el desafío viene acompañado de la necesidad de hacer funcionar una
plantilla casi totalmente nueva, y que necesita un periodo de adaptación. Hasta
el momento los resultados no han sido todo lo buenos que parecían presagiar las
expectativas; sin embargo, y a diferencia de años anteriores, el equipo propone
un modelo de juego muy definido. El Recre presenta un planteamiento táctico que
si bien comparte aspectos en común con otros muy parecidos, aporta algunos
detalles que la distinguen del 4-4-2 tradicional, al menos, en algunas
situaciones del juego.
Cuando el equipo
está replegado y con las líneas juntas, Tropi destaca por delante de la
defensa, quien a su vez tiene por delante dos volantes interiores; otros dos
jugadores más tirados a banda conforman esa línea de cuatro para, por delante,
ejercer el delantero una primera línea de defensa. La cuestión es que cuando el
equipo tiene la posesión, o cuando presiona muy arriba y se "estira",
el dibujo cambia; de hecho, no es simétrico respecto al anterior. Uno de los
dos interiores se abre a banda y se convierte en extremo formando pareja con
uno de los jugadores que en el otro dibujo ya jugaba más abierto; el otro interior queda
por delante de (o junto a) Tropi para enganchar por el centro con el otro de banda que
ahora se viene al medio, y a su vez con el delantero.
La asimetría consiste en pasar de un sistema en el que eje es un único jugador (siempre
Tropi), y que divide al equipo en dos mitades iguales (1-2-2-1), a uno en el
que Tropi juega junto a otro centrocampista para enlazar con un mediapunta que
cae a la izquierda o a la derecha, según quien sea, y según quien sea su "igual"
en el otro dibujo, y que permanece como extremo. Lo vemos con nombres propios.
Lo primero que hay
que decir es que para la posición de interior, el entrenador sólo cuenta con
cuatro nombres: Llorente, Traoré, Caballé y Borja. No se ha salido nunca de ahí,
y según comentó en la última rueda de prensa, no tiene pinta de que vaya a
hacerlo, "si pones un jugador interior jugando por fuera, acaba jugando
por dentro"; de donde se deduce que es amigo de rotar, pero no de
experimentar posiciones con los futbolistas. Dicho esto, Llorente es el jugador que
parece más fijo, y además quien se queda en medio por sus características
como interior, como pasador en vertical, y por sus aptitudes defensivas; si le
acompaña Borja, es éste último quien se abre como extremo derecho cuando las
líneas no están juntas, y su homónimo en la otra banda suele ser Carlos
Martínez. Pero si la pareja de Llorente es Caballé, éste se echa a la banda
izquierda y en el otro carril el que juega usualmente es Iago Díaz. Según sea
uno u otro, desplaza al centro desde su lado a Quiles, quien se asocia en todas direcciones y hace de enganche,
normalmente, con Caye. Por eso en pretemporada, nos llamó la atención el hecho de ver a Caballé pegado en la banda, cuando pensábamos que llegaba más para jugar de organizador.
Si juega Traoré, por
sus propias características tendría que ser el medio que "se
quedase".El juego de la rotación consiste en que, sobre todo desde la
participación de Quiles, bien Carlos Martínez o bien Iago se quedan fuera del once, y
así se establecen multitud de combinaciones en las líneas de más atrás. Finalmente y gracias a su momento de forma, Caye ha ganado el puesto de 9 a Plá, quien
también podría jugar como último jugador pero que generalmente está saliendo para abrir el campo,
cuando el equipo necesita algún aporte ofensivo.
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