Así ha ganado el Recre en Talavera de la Reina


                Sabíamos que el Talavera le tenía mucho respeto a nuestra delantera, su propio entrenador lo había dicho. Y con Caye no hay mucho margen para la sorpresa, llamado a ser la referencia, pero con Quiles...; con Quiles hoy Salmerón ha hecho, maravillas. Primero, situándolo en esa posición en la que no sabes si acompaña a Caye, o a Llorente; y segundo, moviendo todas las piezas a su alrededor, para que parezca que todo ha cambiado, mientras que en realidad él sigue jugando en el mismo sitio. Talavera 2, José María Salmerón 3; además del Recre ha ganado el discurso de quienes creemos en este equipo, aún cuando con humildad no siempre nos gusta lo que vemos sobre el verde, pero se habla de fútbol y no pasa nada.

                El equipo partía de inicio con Carlos Martínez en puesto de Iago Díaz, y en busca de un fútbol más directo para evitar atascos en el medio, con una estrategia muy clara:el despiste. Salmerón tiraba de la calidad de Quiles para alternar su llegada con sus pases largos, y "aguantado" más atrás de lo que el Talavera lo esperaba, sus continuos cambios de rol con Llorente estaban permitiendo al Recre acercarse a la portería contraria. Llevaba varios encuentros viendo como el rival frena la salida por banda de nuestros extremos, obligando así al Recre a empezar a jugar por el centro; pero Salmerón nunca "fija" todas las posiciones, y si hace esa concesión con los extremos, es porque el plan era dar total libertad a los interiores, y que se "dejasen llevar". El peso del partido trataba de llevarlo el conjunto local, que iba ganando metros con los minutos, mientras que el Recreativo fue siempre una amenaza constante porque al bajar ellos a tapar a Quiles, Víctor Barroso tenía pista. Y ganas, y mucho peligro, pero no suerte, y después de un par de buenas ocasiones y de un rechace "made in Recre", Andrés marcaba y el Talavera se iba al descanso con un 1-0 que nos dejaba cara, de poker.



                Pero ya que estamos, aquí hay alguien que sabe jugar sus cartas como nadie; Salmerón daba entrada a Pina y a Borja y retiraba a Víctor y a Llorente, en una "jugada" difícil de descubrir, hasta para quienes íbamos con los visitantes. Diego pasaba al lateral zurdo y Andrade se colocaba en el pico de una "supuesta" línea de 5, pero el caso es que seguíamos despistando al Talavera con Quiles, quien seguía enviando pases magistrales desde la línea de creación, mientras que el Recre estaba cargando el  verdadero juego de banda por el lado derecho. Y la "mano buena" no se hizo esperar: Caye aprovechaba la facilidad de llegada del Recre (cuesta trabajo leerlo, pero nos lo merecemos, y se lo merecen) para, por dos veces, batir al meta local. A mi, el segundo me enamora, 1-2. El Talavera se volcaba contra nuestra portería y como ganar fácil no fue incluido en los estatutos de este equipo en 1889, un penalti en contra nos hizo temer lo peor. Pero también ha sido el día de Marc Martínez, que detuvo el penalti, y que aún se guardaba otra muy buena para más tarde. Y ya había salvado al equipo con anterioridad. Hacía falta, algo más.

                Y el as que se "sacó del banquillo" Salmerón fue... Iago Díaz, quien saliendo "fresco" y en el estado de gracia en que se encuentra... Bueno, eso. En fútbol es primordial tener suerte, pero es más fácil encontrarla cuando tienes un entrenador que sabe interpretar la señales, mover las fichas, y que además ha hecho una piña de una plantilla que lleva tres meses sin cobrar. 1-3.



                El Talavera quiso alargar la partida guiado siempre por Molinero, que si él quiere, podrá terminar su carrera deportiva en la bundesliga (vaya tarde ha dado), y apostando por Madrigal, quien si bien ha marcado el gol más feo de la historia del grupo IV de 2ªB, lo ha hecho demasiado tarde. 2-3.

                El equipo ha hecho partidos muy malos, o así me lo ha parecido a mí, pero según pasan las jornadas se está encontrando a sí mismo. Las cosas tienden a cobrar sentido con los buenos resultados y cada jugador comienza a descubrir su sitio, y no sólo en el campo, sino en el grupo, porque sintiéndose todos titulares pero al mismo formar parte de algo, las cosas al final salen. Lo fácil era tirarlos a los leones sin darles tiempo, o algo peor, acusarles de no sudar la camiseta, demostrando con claridad quienes lo hicieron su total incapacidad para diagnosticar un verdadero problema de actitud en un terreno de juego. Hoy ganamos los que pensamos que cuando Caballé esté a punto,...

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