Así ha ganado el Recre al Talavera


                A falta de diez minutos para terminar el encuentro, me sentía capaz de leer la mente de quienes estaban en el Nuevo Colombino: "sumamos un punto, seguimos sin perder, el equipo ha competido...", en esa mezcla de resignación y tristeza en la que buscamos consuelo, cuando no ganamos un partido de los que hay que ganar. Pero Diego Jiménez tenía pensado algo distinto, y mientras los centrales visitantes se ocupaban de Caye y Carlos Fernández, él lo hacía de todos nosotros; vaya Semana Santa que nos está quedando: los tres puntos, la playa, el sol... y el Sevilla.
               
                Siempre he creído que el partido que marca un antes y un después en esta liga es la victoria en El Ejido; pero el día de Talavera, allá por el mes de noviembre, estos jugadores nos hicieron creer en una idea, que cinco meses después, ya no podemos quitarnos de la cabeza. Aquel día Salmerón "ocultó" a Quiles entre Llorente, Víctor y Carlos Martínez, para que rompiese las líneas del rival "sin ser visto"; esta vez ha estado rodeado de Ródenas, Llorente y Iago Díaz pero el ex del Córdoba no ha estado fino, el día en que todo volvía a girar sobre él. No le faltan detalles de calidad a quien la atesora, pero no ha conectado con Caye ni con Ródenas y ahí se ha atascado el Recre; y entre el juego a ráfagas y aletargado del equipo, y el tremendo calor, la primera mitad se ha hecho muy, muy larga... Total, ya se le ocurrirá algo al mister en la segunda.




                Y es que había cosas que mejorar, porque el Recreativo ha tenido el balón la mayor parte del tiempo, y Caye Quintana ha tenido un par de ocasiones claras, pero por ejemplo Ródenas ha corrido la maratón de Nueva York, para nada. El jugador del Atlético tiene su responsabilidad en la línea de cuatro con la que el equipo cambia el dibujo cuando defiende, y esto le condiciona en las transiciones si Caye arranca desde el mismo lado, teniendo que ir a buscar un desmarque casi casi donde para Colón. La entrada de Victor Barroso como interior ha solucionado el problema, y me ha recordado mucho al Recre que ganó 2-3 en la ida; pero aún más familiar me ha sido el equipo cuando, al entrar Borja por Iago, la defensa de 5 ha pasado a ser de 4, y Diego se ha ido al lateral...

                Incluso un entramado defensivo tan eficaz como el de los visitantes se desestabiliza con tanto cambio de estrategia: el decano ha pasado a un 4-1-4-1 en el que Victor y Borja Díaz, ambos en moto, han propuesto otro ritmo al encuentro, y han dado algo más en qué pensar al Talavera, más allá de las incursiones de nuestros carrileros. Y Quiles ha estado mejor en estos minutos, pero a esas alturas hacía falta una última cosa, que esta vez sí teníamos en el banquillo: alguien como Carlos Fernández, que hiciese olvidar a los defensas del Talavera que Diego Jiménez está en la derecha ,y que cuando está ahí se transforma en el "Expreso de Benavente". Para cuando se han querido dar cuenta, ha sido ya tarde.




                No nos han dado demasiados sustos hasta el final, aunque con el de Espinar faltando media hora y con cero a cero, ha sido suficiente. Valentín llegó a tiempo y demuestra cada fin de semana que a él y a sus compañeros les da igual jugar con defensa de 4, o de 5. Se cubren sin hablarse, se cambian con una mirada, y hacen las ayudas de un modo que es difícil de ver hasta para el espectador. Otro sobresaliente en defensa contra un equipo que tenía su buena dosis de peligro. En ataque el azar interviene bastante más, y a la contra hemos podido sentenciar, pero me quedo con el trabajo y el espíritu de un equipo que si gana en Sevilla el domingo, va a poner la ciudad patas arriba las próximas semanas. +3, colíderes, 17 semanas sin perder,... está pasando.

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