"El Golpe", de Carolina Marín
Carolina Marín juega este jueves a las 14:20 (hora española) las semifinales de los Juegos Olímpicos de Río. Para ilustrar la previa del partido he querido recordar una de las mejores películas de la historia del cine, “El golpe” de George Roy Hill.
1- Las protagonistas
Carolina Marín, de Huelva, 23 años y zurda. Doble campeona del mundo (2014 y 2015) y de Europa (2014 y 2016), además de haber ganado otros grandes torneos. Se hizo jugadora en el equipo de su barrio y actual campeón de liga española, el Recreativo IES La Orden, y llegado el momento se alejó con valentía y arrojo de sus raíces para convertirse en la mejor jugadora del mundo. Ha llegado a Río como un tiro para cerrar el círculo y conseguir la medalla de oro en unos Juegos Olímpicos, y sus armas no son otras que su fortaleza mental, su fe en sus posibilidades y un bádminton sin reglas y sin límites que lleva dos años asombrando al mundo.
Li Xuerui, nacida en Chongping, China, hace 25 años y con la mejor derecha del planeta. Oro olímpico en Londres, subcampeona del mundo en dos ocasiones (2013 y 2014) y poseedora de toda una colección de títulos. Casi intratable en el circuito internacional hasta la llegada de Carolina, la actual número tres del ranking mundial defiende título y busca también recuperar la hegemonía mundial perdida, siendo por tanto Brasil el mejor escenario para ello. Si está en forma sólo la puede parar Carolina, siendo protagonistas de un duelo que se convirtió en clásico el día que nos regalaron aquella final en Copenhague.
2- El plan
El de Li Xuerui es aburrir a Carolina con su defensa y su colación para rematar con su golpe paralelo al fondo de la pista, o aprovechar volantes sueltos que le lleguen a media altura.
El de Carolina es divertirse, tratando de mover a la china para incomodarla e impedir que lleve la iniciativa con su juego. Li es la mejor representante de un estilo que si logra imponer no tiene fisuras en defensa ni en ataque, y Carolina es la mejor del mundo encontrando el punto débil de sus oponentes; la china es como una máquina que no comete errores pero el primer síntoma de debilidad que muestre Carolina lo detectará. Potencia contra clase, la fortaleza de una roca contra la ligereza de una pluma, especialización.. contra imaginación.
3- El tinglado
Carolina ha llegado aquí sin ceder una sóla manga, derrotando a Nanna Vainio, Line Kjaersfeldt y Sung Ji Hyun, y la lista de víctimas de Li es aún mayor: Telma Santos, Lianne Tan, Iris Wang y Porntip Buranaprasertsuk tampoco han podido ganarle un sólo set; más allá de la pronta eliminación de Saina Nehwal, todo normal.
Por la otra parte del cuadro, la semifinal dista bastante de lo que se esperaba: no es una sopresa que la dispute Nozomi Okuhara pero sí lo es que Yamaguchi le ahorrase el trabajo de enfrentarse a Intanon; y desde luego y tras eliminar en durísimos encuentros a Tai Tzu Ying y Yihan Wang, si alguien merece estar es Sindhu. Si Carolina consigue deshacerse de Li Xuerui, el juego de la volantista india le viene mejor que el de Nozomi, mucho más imprevisible y parecida en su juego a la española.
4. La trama
En este país tenemos tendencia a elevar a nuestros héroes por encima de las nubes con la misma facilidad que les dejamos caer desde lo más alto para luego darles la espalda. Tan pronto les creemos imbatibles como olvidamos sus nombres o algo peor, les atacamos, por desconocimiento o por interés cuando dan signos de que también son humanos.
Carolina Marín ha sido motivo de algunas críticas este año hasta la consecución de su segundo título europeo, al no conseguir traer a casa ninguno de los torneos en los que ha participado. Eso, a pesar de que no hemos sido pocos quienes hemos ido avisando que la preparación de la onubense en 2016 iba a tomar un camino distinto, el de Río, con el fin de llegar al 98% a la fase de grupos, para estar al 100% en la hora de las grandes.
Carolina cuenta entre sus virtudes la de saber prepararse para llegar como hay que hacerlo a las citas que realmente le interesan, y ninguna más, que unos Juegos Olímpicos. Si gana volverá a ser una diosa, una que en cualquier caso en los medios nacionales no ocupará demasiado espacio en la portada, y que a pesar de las audiencias no será primera noticia mientras ruede un balón, no sea que la gente deje de pagar la televisión por cable o se aburra de tramas “guionizadas” con tinte rosa, a la hora de irse a la cama. Eso sí que es un tinglado.
No podemos contar nada sobre la china en términos parecidos, pues Li es una estrella en su país que no necesita ganar partidos también fuera de la pista en busca de patrocinadores. Es otra cosa.
5. El golpe
Carolina asestó un golpe a Li el 31 de agosto de 2014 cuando le dio la vuelta a un partido que tenía perdido, y que vale un campeonato del mundo. Hasta ese momento casi nadie se atrevía con la china, más allá de su amiga Wang Shixian, para luego volver a derrotarla en la final de Malasia el año pasado.
Desde entonces Li Xuerui ha permanecido entre las mejores pero de un modo más en la sombra y haciendo menos ruido. Ahora tiene la ocasión de devolverle el golpe a Carolina, si la deja fuera de la final y recupera la supremacía mundial conquistando por segunda vez el oro olímpico.
6. El triunfo
Este espacio aún está en blanco pero desde aquí nuestro mayor deseo de que Carolina Marín Martín pueda disputar una final olímpica, y por supuesto ganarla. El triunfo sería de ella, de su círculo, pero también de quienes la seguimos y sufrimos con ella. Que también son ganas de escribir, porque ya que la cosa iba de George Roy Hill, habría bastado con otra de sus películas: Dos mujeres y un destino…
Bueno, eso.
1- Las protagonistas
Carolina Marín, de Huelva, 23 años y zurda. Doble campeona del mundo (2014 y 2015) y de Europa (2014 y 2016), además de haber ganado otros grandes torneos. Se hizo jugadora en el equipo de su barrio y actual campeón de liga española, el Recreativo IES La Orden, y llegado el momento se alejó con valentía y arrojo de sus raíces para convertirse en la mejor jugadora del mundo. Ha llegado a Río como un tiro para cerrar el círculo y conseguir la medalla de oro en unos Juegos Olímpicos, y sus armas no son otras que su fortaleza mental, su fe en sus posibilidades y un bádminton sin reglas y sin límites que lleva dos años asombrando al mundo.
Li Xuerui, nacida en Chongping, China, hace 25 años y con la mejor derecha del planeta. Oro olímpico en Londres, subcampeona del mundo en dos ocasiones (2013 y 2014) y poseedora de toda una colección de títulos. Casi intratable en el circuito internacional hasta la llegada de Carolina, la actual número tres del ranking mundial defiende título y busca también recuperar la hegemonía mundial perdida, siendo por tanto Brasil el mejor escenario para ello. Si está en forma sólo la puede parar Carolina, siendo protagonistas de un duelo que se convirtió en clásico el día que nos regalaron aquella final en Copenhague.
2- El plan
El de Li Xuerui es aburrir a Carolina con su defensa y su colación para rematar con su golpe paralelo al fondo de la pista, o aprovechar volantes sueltos que le lleguen a media altura.
El de Carolina es divertirse, tratando de mover a la china para incomodarla e impedir que lleve la iniciativa con su juego. Li es la mejor representante de un estilo que si logra imponer no tiene fisuras en defensa ni en ataque, y Carolina es la mejor del mundo encontrando el punto débil de sus oponentes; la china es como una máquina que no comete errores pero el primer síntoma de debilidad que muestre Carolina lo detectará. Potencia contra clase, la fortaleza de una roca contra la ligereza de una pluma, especialización.. contra imaginación.
3- El tinglado
Carolina ha llegado aquí sin ceder una sóla manga, derrotando a Nanna Vainio, Line Kjaersfeldt y Sung Ji Hyun, y la lista de víctimas de Li es aún mayor: Telma Santos, Lianne Tan, Iris Wang y Porntip Buranaprasertsuk tampoco han podido ganarle un sólo set; más allá de la pronta eliminación de Saina Nehwal, todo normal.
Por la otra parte del cuadro, la semifinal dista bastante de lo que se esperaba: no es una sopresa que la dispute Nozomi Okuhara pero sí lo es que Yamaguchi le ahorrase el trabajo de enfrentarse a Intanon; y desde luego y tras eliminar en durísimos encuentros a Tai Tzu Ying y Yihan Wang, si alguien merece estar es Sindhu. Si Carolina consigue deshacerse de Li Xuerui, el juego de la volantista india le viene mejor que el de Nozomi, mucho más imprevisible y parecida en su juego a la española.
4. La trama
En este país tenemos tendencia a elevar a nuestros héroes por encima de las nubes con la misma facilidad que les dejamos caer desde lo más alto para luego darles la espalda. Tan pronto les creemos imbatibles como olvidamos sus nombres o algo peor, les atacamos, por desconocimiento o por interés cuando dan signos de que también son humanos.
Carolina Marín ha sido motivo de algunas críticas este año hasta la consecución de su segundo título europeo, al no conseguir traer a casa ninguno de los torneos en los que ha participado. Eso, a pesar de que no hemos sido pocos quienes hemos ido avisando que la preparación de la onubense en 2016 iba a tomar un camino distinto, el de Río, con el fin de llegar al 98% a la fase de grupos, para estar al 100% en la hora de las grandes.
Carolina cuenta entre sus virtudes la de saber prepararse para llegar como hay que hacerlo a las citas que realmente le interesan, y ninguna más, que unos Juegos Olímpicos. Si gana volverá a ser una diosa, una que en cualquier caso en los medios nacionales no ocupará demasiado espacio en la portada, y que a pesar de las audiencias no será primera noticia mientras ruede un balón, no sea que la gente deje de pagar la televisión por cable o se aburra de tramas “guionizadas” con tinte rosa, a la hora de irse a la cama. Eso sí que es un tinglado.
No podemos contar nada sobre la china en términos parecidos, pues Li es una estrella en su país que no necesita ganar partidos también fuera de la pista en busca de patrocinadores. Es otra cosa.
5. El golpe
Carolina asestó un golpe a Li el 31 de agosto de 2014 cuando le dio la vuelta a un partido que tenía perdido, y que vale un campeonato del mundo. Hasta ese momento casi nadie se atrevía con la china, más allá de su amiga Wang Shixian, para luego volver a derrotarla en la final de Malasia el año pasado.
Desde entonces Li Xuerui ha permanecido entre las mejores pero de un modo más en la sombra y haciendo menos ruido. Ahora tiene la ocasión de devolverle el golpe a Carolina, si la deja fuera de la final y recupera la supremacía mundial conquistando por segunda vez el oro olímpico.
6. El triunfo
Este espacio aún está en blanco pero desde aquí nuestro mayor deseo de que Carolina Marín Martín pueda disputar una final olímpica, y por supuesto ganarla. El triunfo sería de ella, de su círculo, pero también de quienes la seguimos y sufrimos con ella. Que también son ganas de escribir, porque ya que la cosa iba de George Roy Hill, habría bastado con otra de sus películas: Dos mujeres y un destino…
Bueno, eso.
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