Así ha ganado el Recre al Utrera

 

                    Todo era una trampa. Alberto Gallego habló en rueda de prensa de adaptarse al contrario, de llegar a campo contrario, tal vez a balonazos... pero en realidad el plan era otro. El Recre llegaba a Los Palacios con el rival muy estudiado y con una idea muy clara: sacar el balón jugado, para abrir el campo por ambos lados y explotar la opción de centro y remate. Durante muchos minutos no salió bien, y el equipo volvía a atascarse porque Terán no se asociaba con los de banda, los de banda no encontraban a los de arriba, y los de arriba no agarraban ni una. Pero en el Municipal Marismas (hoy, del Odiel), ha obtenido justa recompensa el equipo que quiso tener el peso del partido desde el inicio, y también cuando logró empatar, porque el plan hoy era ganar; Utrera 1, Recreativo 2 y, aunque ha habido luces y sombras, este plato sabe diferente, a lo que nos hemos "estado comiendo" los dos últimos años.




                    Rubén Gálvez sigue teniendo siete vidas: un error que cuesta un gol sólo obtiene el perdón si no influye en el resultado y, por fortuna, otro felino más grande y con rayas puso las cosas en su sitio. Pero tan injusto para los demás es situar a Chendo como único salvador, como señalar al gato de Aracena como único culpable de lo que pudo pasar, y que al final no pasó. Porque el resto del equipo, con balón, no supo ejecutar durante muchos minutos las órdenes del míster, y los locales, cerrando muy bien sus líneas y crecidos por el gol, complicaban aún más las cosas. Después de todo el Utrera "no cayó en la trampa"; desde el principio su plan consistió en defender, y en buscar la espalda de nuestra defensa con algún balón. Y casi lo bordan.

                    El Recre ha salido con "una especie" de 5-2-1-2, que si bien en defensa se traducía en las dos clásicas líneas muy juntas, en ataque rompía el doble pivote formado por Rubén en el lado derecho, y Arjona en el izquierdo, para atribuir al catalán la labor de organizador. Es un rol muy importante que un gran pasador como él, tanto en corto como largo, está muy dotado para llevar a cabo; pero como ya había sucedido en partidos anteriores, su labor ha ido de más a menos porque por delante suya la cosa no estaba funcionando, y ha acabado contagiándose de la inacción de los de arriba. 




                    En la segunda mitad, Gallego ha metido a Diawara sin tocar el dibujo, y ha sumado otro dolor de cabeza a los los locales, que ya tenían lo suyo con vigilar a Chendo y a Juan Delgado sin volverse locos. Incluso Peter, viendo que por su banda había más gente que en la guerra, se ha sumado a veces y ha estado haciendo bulto por ahí. Pero creo que el Utrera también nos tenía vistos, y no se perdieron el partido en el que nuestros laterales se convertían en interiores. Nada parecía dar fluidez al juego del equipo hasta que el míster realiza el cambio que lo transforma todo, moviendo una sola pieza: entra Fraile por Delgado y se sitúa a la izquierda, Terán pasa a la derecha y Chendo queda como único punta. La movilidad entre líneas del 2-1 es mayor que la del 1-2, Juan Delgado abandona el césped con el trabajo hecho y, con sus centrales desgastados, el tigre encuentra el camino. 1-1.

                    No creo que hubiera un sólo albiazul, en Huelva o en Los Palacios, jugador o aficionado, que tras el gol pensara en defender el resultado. El empate ha devuelto el timón a Adrià y ha abierto el apetito al tigre, y entre los dos han fabricado el segundo, para mal de tanta garganta recreativista. También es en estos últimos minutos cuando hemos visto al mejor Terán, que sigue "avisando" de lo que puede ser capaz. Tampoco "me quiero ir" sin destacar papel de Rubén, ayudando en las pérdidas de todos los demás, o siendo parte de jugadas ensayadas, buscando el primer palo para echar el balón atrás. O el de "el almirante Ismael", en el eje de la defensa. 1-2.




                    El Recre mostró sus cartas en Los Palacios, pero durante muchos minutos e inmerso en "una partida muy tensa", no supo qué hacer con ellas. Le costó encontrar las líneas de pase y hacer ocasiones de gol hasta que movió ficha pero, incluso jugando por momentos bastante mal, ha sido un equipo reconocible: "quiero hacer esto, pero no me sale", que no es lo mismo que "no sé ni lo que estoy haciendo". Y desde luego ha sido un equipo que, con lo que veíamos, daba para pensar que se le podía dar la vuelta al asunto. Un Recre más empeñado en imponer su propio estilo que en atender a las peculiaridades del rival (que las tenía), no ha brillado por su juego pero sí por su solidaridad, cuestión crucial para sacar los partidos en esta categoría. Le sigue costando demasiado hacer ocasiones porque se aturrulla en los tres cuartos pero, para tres, los que nos llevamos a casa. A seguir mejorando. Ceuta B. 

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