Así ha ganado el Recre al Sevilla Atlético


                Hubiese apostado fuerte a que Salmerón, salvo ese obligado cambio en defensa que ya conocíamos (Diego de central por Israel Puerto), repetiría alineación. Pero este año no hay quien acierte. Nuestro entrenador es un ilusionista, un mago capaz de hacer ver al otro equipo cosas que no son, pero que sí están; delanteros que son carrileros, extremos que son interiores, y jugadores que sin moverse del sitio cambian de apariencia con tal de que el rival, no nos coja el truco. Y la función ha vuelto a ser un éxito, con una victoria frente al Sevilla Atlético por 2-1, en una velada tan cargada de suspense como de emoción; +3, y que bote el Colombino. Bueno, y ya que estamos, que vote también.

                Traoré salía en el puesto de Llorente, y Carlos Martínez, que lo hacía en lugar de Victor Barroso, se hacía cargo de la banda derecha. En el otro lado, Andrade se hacía pronto dueño de su carril, asistido por su gran profundidad, y por Caye, algo caído a la izquierda. Este dibujo y la sociedad Borja-Carlos Martínez permitía al Recre tener el balón y llegar con peligro a la portería visitante, mediante centros desde ambas bandas y también a balón parado, pero era el conjunto sevillano el que , aprovechando un error de Marc Martínez, se adelantaba en el luminoso, 0-1.



               
                Sin embargo, esta vez, Salmerón no esperaría al descanso para sacarse algo de la chistera, y además de pegar a Borja completamente a su banda, desplazaba a Carlos Martínez al lado izquierdo. Sólo era una trampa, sólo quería gente por delante de Quiles, a quien retrasaba un poco para jugar entre líneas, esperando que su calidad cambiase la perspectiva del encuentro. Los chicos a las órdenes de Luci, muy enchufados en el partido tras el gol, sin embargo gastan ahora sus energías tapando a Borja en puesto de a Quiles, o a Andrade en lugar de a Carlos Martínez, quien oculto en una falsa posición de interior sirve al de siempre, para que empiece a arreglar este lío, 1-1.

                Tras el descanso, el Sevilla, que había dado muestras en la primera parte de lo buenos que son algunos de los suyos (Curro, Bryan), y de lo rápidos que son todos, sale al verde pensando aún en el gol de Caye; justo como el Recre, que decidido a poner a su público en pie, juega prácticamente con tres arriba además de Quiles, y en los primeros minutos llega por medio de todos ellos a los dominios de Lucho. Pero como el gol no llegaba Salmerón inventó a Víctor Barroso, quien pocos minutos después de entrar ponía el balón en la cabeza de Borja, y este la alegría en todos los corazones recreativistas, 2-1.





                El equipo atravesaba sus mejores momentos, pero Salmerón se reservaba aún, el truco final: hacer desaparecer a Andrade, a quien todavía andaban buscando, y levantar la cortina para mostrar a Pina, quien además de recorrer la banda con mucho peligro daba aire a Borja Díaz para mover a los defensas arriba. Porque eso es lo mejor que ha hecho el Recreativo, las transiciones, y las ha hecho como nunca: nada más recuperar, Borja y Caye han corrido como si no hubiese un mañana, para que los centrales tuviesen que fijar a más de uno, mientras daban así tiempo y espacio, al talento de Quiles. Han podido marcar, además de quienes lo han hecho, Quiles, Carlos Martínez, Traoré, Tropi o Pina, lo que en realidad no es magia, sino trabajo.

                 Y al final, cuando todo ha terminado, también me gusta fijarme en los detalles: entre los jugadores y en el centro del campo, abrazos, emoción desatada, y la sensación de que se está haciendo algo en clave de grupo, que puede llegar a ser algo muy grande. Porque, como si no pasara nada, el equipo sigue madurando su juego y esta semana ha dado otro pasito en ese sentido. La afición del Recreativo NO se merece otros jugadores, nos merecemos ESTOS.

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