Tomás García Serrano

Al parecer no hay modo alguno de enlazar tres noticias seguidas sin que alguien provoque una repentina subida en el precio del pan. En el pasado Gran Premio de Fórmula 1 disputado en Shangái, llegado el momento de la celebración en el podium, Luis Hamilton apuntó con el champagne directamente al rostro de una de las azafatas, la cual acabó literalmente bañada de la felicidad, de Hamilton. Que no de la suya, porque ella feliz, lo que se dice feliz, se adivina con facilidad viendo las imágenes que no lo está, mientras el británico la usa como diana. Curiosamente está siendo su país de origen, Inglaterra, la cuna de las críticas más feroces; si bien al piloto de Mercedes le están lloviendo palos de todas direcciones, no es menos cierto que una parte considerable de la opinión pública entiende que se ha exagerado la importancia del gesto, y que se trata de un hecho institucionalizado en la Fórmula 1 que está sirviendo de pasto a quienes gustan lucirse bajo una falsa bandera del "ant

La lista de títulos conseguidos por Carolina amenaza con ser mayor que la de los reyes godos; sólo este año,  Inglaterra, Malasia, Australia, el Mundial en Indonesia … y Francia . Por el momento, porque su nombre aparece en el cuadro de las que van a disputar el  Bitburger  sin apenas tener tiempo de digerir esta nueva gesta del deporte español. Carolina Marín es la nueva  reina de París  al imponerse en la final del  Yonex French Open   a Wang Shixian en dos mangas y cuarenta y cinco minutos, 21-18 y 21-10 . Bonita costumbre esta de ver a Caro en “su final de los domingos”, todo un clásico. Antes de que Carolina buscara soluciones al juego de Shixian nosotros investigábamos dónde poder verlas, y una vez nos hemos puestos cómodos hemos comprobado que la asiática tenía muy claro cómo plantear el partido. Shixian es posiblemente la china más completa del circuito ; no le zurra como Li al volante ni defiende como ella, pero tiene un  notable  en todos los aspectos del juego. Y sobre

No sabría decir si por cortesía profesional o porque percibió que algo no iba bien, pero lo cierto es que llegados a ese punto de Luz Ardiden, Greg Lemond acerca su bicicleta a la de Pedro Delgado y le pregunta como va. Cuenta la leyenda que Perico apenas puede dirigir su vista hacia el americano y mucho menos contestar, por lo que su rival encuentra la respuesta en su silencio. Así que Lemond no se lo piensa dos veces y ante el asombro del mundo, y por primera vez, deja de chupar rueda para lanzar un ataque en busca de tu tercer Tour de Francia. Lo conseguiría, no así la etapa, porque tras su estela la silueta de alguien muy grande montado en una bicicleta ha permanecido con él, y con aparente calma le doblega para entrar sólo en meta sin más demostración de euforia que... girar la mano. Se llama Miguel Indurain y acaba de cambiar la historia para siempre. Ciclismo era levantarnos del sillón gritando "Vamos!", cuando Pedro Delgado se levantaba del sillín. Ciclismo era te

Glasgow cuente entre sus celebridades con los líderes de algunas de las bandas más influyentes de los 80; en aquellos años hasta los corazones más insensibles a la música dejaban de latir mientras la guitarra de Mark Knopfler era tomada por los "sultanes del swing", y los Dire Straits nos acompañaban en nuestro "walk of life" a golpe de radiocasete, aquella maravilla capaz de perdurar a través de los siglos sin conservar un sólo botón. Otro músico nacido en la ciudad escocesa, Midge Ure, me tuvo "bailando con lágrimas en mis ojos" cada vez que su banda, Ultravox, pintaba en el aire con sus teclados el "himno" de toda una generación. Estos chicos se separaron en 1987, año en el que, un 15 de mayo, nacía otro escocés corriente. El actual nº3 del mundo, campeón olímpico en Londres 2012 y vencedor en Wimbledon 2013 está siendo objeto de numerosas críticas por el hecho de tener entrenadora. No, no falta nada en la frase, Murray ha realizado unas d

Pues la primera instantánea de Pekín resulta que fue tomada aquí, en Castellón. Lo que Caridad Jerez no sabía, como no sabíamos ninguno, es que esa bella estampa va camino de convertirse en un símbolo; una representación poética de la lucha entre el bien y el mal disfrazada de atletismo, y un triunfo del esfuerzo diario sobre la constante mentira. La mallorquina, bañada en sudor honesto y "vestida de limpio" levantaba en los últimos metros una final perdida contra, si se confirma, una tramposa con un antifaz de deportista. Pero, un momento, ¿no nos habían mostrado ya su verdadero rostro? Josephine Onyia ha dado, supuestamente, positivo por cuarta vez o lo que es lo mismo, ya había intentado echar del cajón a una compañera "a patadas" otras tres veces, que sepamos... Es difícil comprender cómo se puede llegar a esta situación para quienes no entendemos nada. Un día de pronto de desaparecen y regresan una noche, envueltos en un manto de oscuridad y siendo los más rá