El Recre se hace pequeño en Málaga

            ¿Cómo que el Recre no ha sido atrevido? No estoy de acuerdo; hay que serlo, y mucho, para creer que el equipo hubiera podido aguantar, jugando así, noventa minutos. A nadie le gusta perder, pero algunas derrotas duelen más que otras y, seguramente, tiene que ver con las expectativas, y con el modo de caer. Respecto a lo primero y, aunque el Málaga es un gigante, no éramos pocos los que soñábamos con ver competir a los nuestros en La Rosaleda y, por qué no, traernos los tres puntos; lo cual nos lleva a lo segundo, y es que, lejos de llevarnos nada, allí dejamos miles de sueños rotos: es muy difícil ganar cuando tú mismo te sitúas en un plano inferior, y miras a tu rival desde abajo, esperando que a nosotros nos salga todo bien, y a ellos todo mal. La humildad nos ha traído hasta aquí; pero creo que ser humilde no te impide mirar a tu rival a los ojos, y era un escenario precioso para poner en valor el nivel de maduración que ha alcanzado el equipo, y la personalidad que ha adquirido. Por desgracia, no siempre es la opción elegida; Málaga 2, Recre 0 y, sin entrar en el famoso debate, el equipo no fue ambicioso. Y no, no estoy hablando de "suicidarse", jugando 1-3-4-3 a lo Louis Van Gaal, que va; el equipo, en Málaga, no fue ambicioso.

            Vaya por delante, que el principal responsable de la derrota en Málaga o, así lo veo yo, es el Málaga; más allá de nuestra puesta en escena, su plantilla es el resultado de un presupuesto confeccionado para ascender y, jugando mejor o peor, tienen argumentos en el verde que son muy difíciles de "rebatir". Y mucha calidad en toda, y digo toda su gente: quien yo más temía la metió hasta desde el suelo. Pero el domingo, al Málaga no le hizo falta tanto y, salvo unos minutos en los que el Recre sabe reaccionar, apenas sufrió para llevarse los tres puntos.

            Y eso que, durante el primer tramo del encuentro, a mí no me gustan ni el Recre ni el Málaga; ellos comienzan jugando como si, con toda esa calidad que atesoran, no supieran qué hacer, y les cuesta encontrar el camino para llegar a Rubén. Y ahí es donde "entramos" nosotros, jugando y queriendo tener el balón en nuestro campo, con la pretensión de que pase el tiempo sin que lo tengan ellos, pero "invitándoles" a ejercer arriba la misma presión que nos está “matando” todos los partidos. Y frente a un equipo al que le está costando llegar, en puesto de hacer buena nuestra circulación de balón para intentar, al menos, llegar a campo contrario, y darles algo más en qué pensar, le damos su tiempo para que se asiente, despierte, y le entre hambre.

            La famosa "parsimonia" del Recre que sí funciona contra otros rivales, se quedó muy corta; no puedes usar la misma dosis de anestesia para dormir, con respeto, a un perro, y a un león. Y una vez abrieron los ojos, nos exigieron su misma dosis de intensidad, pero el Recre no la tenía en la mochila, porque había ido a otra cosa. Y ya lo demás, se cuenta sólo. Eso sí, me vuelvo a quedar con la reacción del equipo: cayendo por 2-0 en un campo como ese, el Recre responde llevando verdadero peligro, y hay tramos en los que me creo que un gol nos va a meter en el partido. Así que eso bien, pero tarde.

            Al futuro le pido menos trivote, y más de la Rosa. Y lastima esos errores en las marcas que, si bien hay que mencionar para explicar algún gol, creo que es algo sobre lo que no se debe hacer sangre. Es más, creo, y sólo es mi opinión, que debemos estar más con todos ellos que nunca: Ceuta.

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